Ahama, Paraguay
Hoy me despido de vos, Paraguay. Me despido de tus campos verdes infinitos y de tus caminos de tierra roja. Me despido del canto del pitogüé y del guyra tiri, de tus serranías sinuosas y de tus enormes y sabios samu’u.
Hoy me alejo del barullo de tus mercados, del dulce sonido de la lengua guaraní, de los gritos de las chiperitas, del olor a sopa y empanadas fritas.